miércoles, octubre 03, 2007

Des-construcción

Él es un tipo que cree que la vida es un malicioso chiste, que es trágicamente cómica, o humorísticamente trágica. Por lo menos, eso es lo que solía creer.

El tema es que está tan cambiado… tan diferente, pero a la vez tan igual. Esto es, cuando está acompañado es el mismo de siempre, el que en todo momento quiere sacarte una sonrisa por el solo placer de verte reír, el que busca el lado positivo de todo por más desastroso que sea, el que acude cuando lo llaman. Pero, cuando está sólo ya no es el mismo. Es que tiene tanto miedo. Miedo a quedarse solo, miedo a no lograr sus objetivos, miedo a no ser entendido, miedo a volar, miedo a viajar… miedo a morir.

Hasta hace un tiempo, solo me bastaba mirarlo a los ojos para convencerme de que todo estaba bien, que no había nada de que preocuparse. Pero ahora no es lo mismo. Lo veo entrar al subte y no lo distingo de los demás, cambió su risa por cara de entierro. Ahora lo veo lo noto tan cansado, tan disconforme de su cara, de sus ojos, de su pelo, de sus manos… de su ser.

Cómo quisiera que las cosas fueran mucho más claras para él, que no se sienta tan solo, y que pueda a volver a confiar en si mismo. Así, podré volver a reír con él, cuando nos encontremos en el espejo.



Texto viejo

martes, julio 10, 2007

Árbol violeta


Un hombre mirando al piso.

Un hombre mirando al piso frente a un árbol violeta.

Piensa en el tiempo perdido. Piensa en los aromas que nunca olió. Los libros que nunca leyó. Los colores que nunca vió. Las melodías que nunca oyó. Las texturas, los amores, los sabores, los sentimientos que nunca fueron.

Piensa en que ha estado equivocado. Que hay más en la vida que sólo vivir. Que hay un recorrido, un popósito, algo que aprender y algo que enseñar. Que hay algo que buscar, que tarde o temprano se encuentra. Hay algo que compartir. Hay cosas que demostrar. Que hay que aprender a dar sin importar a quién, y hay que aprender a recibir sin importar de quién.

Que la vida espera a aquellos que quieran apovecharla. Les tiende una mano, les da un beso y los saca a bailar un vals interminable. Los abraza tiernamente y les muestra lo valioso del amor. Abre sus alas y los echa en vuelo al infinito celeste para que vuelen juntos al frío del viento.

Ahora, es sólo un hombre mirando al piso frente a un árbol violeta.

Un hombre mirando al piso frente a un árbol violeta en un cuadro.

Es que, la vida es como una pintura. Hay mucho más que lo que ven nuestros ojos. Hay mucho más de lo que parece estar ahí.

sábado, julio 07, 2007

Impro


Despierta..

Otra vez tirado en el sillón, es como si el living fuese más compañero que la habitación. Parece menos solitaria.

Rayos, otro día más y no lavé los platos, ¿cuántos van? ¿dos? ¿tres?, que desastre...

No quiero levantarme, pero si me quedo acostado me siento culpable... de qué no lo se. Agarro el control, prendo la tele.... parece que anoche me dormí viendo el Live Earth... todavía sigue... interesante.

Está bueno eso de ahorrar energía, aparte de hacerme gastar menos plata ayudaría con la causa... pero ¿todos los que miran este recital estarán pensando igual que yo? Si no es así, sería en vano hacerlo por la causa, aunque pienso que me haría sentir bien saber que estoy obrando de buena voluntad. Huy, es tan difícil conformarse a uno mismo.

Siempre amé la oscuridad... la luz del sol no me atrae demasiado.... igualmente abrí la persiana... para poder ver por donde camino por lo menos. Para sentir aunque sea que vivo el día, es irónico... cuando me pregunten que hice hoy les diré que disfrute mi día a la luz del sol.... viendo tele... Ahora empiezo a entender un poco mejor por qué el planeta se está desintegrando. Y pensar que debe haber sucursales mías (así en este estado) en todas partes del mundo.... eso lo explicaría mejor.

Haciendole caso a Al Gore puse la cantidad de agua justa en la pava para hacerme un té... de hecho creo que lo terminé tomando tibio.... no llegó a hervir.... soy ridículo, quiero pensar de golpe en lo que no pensé hasta hoy.

El hecho es que quiero cambiar... me consume la idea de que se vaya todo a la mierda... ¿que va a ser dentro de unos años? Y pienso en mi, en mis futuros hijos y nietos, y los veo tirados en el sillón viendo tele y comiendo papas chorreantes de aceite, teniendo ataques cardiacos, jugando con videojuegos de muerte... y no quiero eso... para nadie.

Sí, quiero cambiar... pero tampoco tan de golpe...

Es dífícil desacostumbrarse.... por lo menos a mi se me hace difícil.

En fin, solo es otro día...

sábado, enero 13, 2007

Problema fundamental


Cómo ser un gran escritor (Charles Bukowski)


Tenés que cojerte a muchas mujeres, bellas mujeres, y escribir unos pocos poemas de amor decentes, y no te preocupes por la edad y/o los nuevos talentos.
Sólo tomá más cerveza, más y más cerveza.
Andá al hipódromo por lo menos una vez a la semana y ganá si es posible.
Aprender a ganar es difícil, cualquier boludo puede ser un buen perdedor.
Y no olvides tu Brahms, tu Bach y tu cerveza.
No te exijas. Dormí hasta el mediodía.
Evitá las tarjetas de crédito o pagar cualquier cosa en término.
Acordáte de que no hay un pedazo de culo en este mundo que valga más de 50 dólares (en 1977).
Y si tenés capacidad de amar, amáte a vos mismo primero, pero siempre sé consciente de la posibilidad de la total derrota, ya sea por buenas o malas razones.
Un sabor temprano de la muerte no es necesariamente una mala cosa.
Quedáte afuera de las iglesias y los bares y los museos, y como las araña, sé paciente, el tiempo es la cruz de todos. Más el exilio, la derrota, la traición, toda esa basura.
Quedáte con la cerveza, la cerveza es continua sangre. Una amante continua.

Agarrá una buena máquina de escribir y mientras los pasos van y vienen más allá de tu ventana dale duro a esa cosa, dale duro. Hacé de eso una pelea de peso pesado. Hacé como el toro en la primer embestida. Y recordá a los perros viejos, que pelearon tan bien: Hemingway, Celine, Dostoievsky, Hamsun. Si crees que no se volvieron locos en habitaciones minúsculas como te está pasando a vos ahora, sin mujeres, sin comida, sin esperanza... entonces no estás listo.

Tomá más cerveza.

Hay tiempo.

Y si no hay, está bien igual.

El problema fundamental es que no me agrada la cerveza... fallé en los cimientos de la literatura...

miércoles, diciembre 27, 2006

Vida


El día comenzó, los primeros rayos de sol aparecen por detrás del horizonte, su resplandor cubre parte del cielo con una escala de colores entre el rojo y el amarillo que enamoraría a cualquier pájaro. El cielo es un gran manto de agua celeste, nada interrumpía su gran esplendor ni manchaba su belleza. La tierra parecía árida y virgen, por lo visto no había llovido hace ya varios días; el océano era tan calmo como la tierra, el bosque en su totalidad verde, repleto de árboles grandes, de bastantes años parecería, el pasto se movía levemente gracias a la brisa cálida proveniente del oeste.
A esta altura no se registraban rastros de vida, la madre naturaleza parecía no tener la necesidad todavía de concebirla.
Muchas horas después, el sol ya caía, y el cielo seguía sin presentarse interrumpido. Lentamente la luz iba cayendo y las sombras se agrandaban hasta quedar una sola que cubría todo. El lucero blanco comenzaba a asomarse, y lo escoltaban unos monstruos grises, monstruos que parecían estar cargados de rabia e ira.
De repente, envuelto en mantas esponjosas, abrí los ojos y me di cuenta de que estaba vivo, y todo alrededor habían otros como yo, todos iguales, y mirándonos entre nosotros nos damos cuenta que cada vez nacían mas de los nuestros.
A partir del nacimiento, tenemos una corta etapa de incubación, en la cual nos cuidan y nos alimentamos en exceso para salir grandes a rondar por la “vida”. Después de esta etapa nos liberan, pero tenemos muy poco tiempo para hacer lo que queramos, después de un tiempo llegan las obligaciones y te tiran la libertad a la basura. El tiempo libre lo utilizamos para vagar por lugares desconocidos, intentando conocerlos, pero es en vano si al final los abandonaremos. También utilizamos parte del tiempo libre en civilizar, todavía no encuentro el significado de esa palabra, será que es lo único que es lo que logra hacer que te recuerden cuando ya no estés, pero ¿de que sirve que te recuerden cuando no estás?, y en definitiva quien te recordara si todos alguna vez se irán contigo... . Gran parte del tiempo la ocupamos en crecer, nunca descuidando nuestra alimentación, muy importante para sobrevivir.
Cuando termina esta etapa entramos en la primer parte de la etapa de capacitación, en la cual nos enseñan todo lo fundamental que nos servirá para pasar a la segunda parte de la etapa, son las bases del conocimiento. La segunda parte es más específica y nos da los conocimientos para sobresalir en la vida. Esta etapa toma la mayor parte de nuestras vidas y según dicen, nos servirá para el futuro.
La siguiente etapa de la vida es la de las obligaciones, esta etapa fundamentalmente trata de fijar un destino, un fin para la vida. Uno trata de abocarse en una actividad y progresar en ella, siempre con situaciones altas y bajas. La religión y el amor en nuestras vidas prácticamente no sirve, son cosas que roban tiempo en la vida que podrían ser aprovechados en otras cosas de mas provecho. Mucha gente las practica y en sus últimos momentos se arrepiente de ello.
En fin, la última etapa es la mas frustrante, cuando uno termina de estabilizarse, cuando uno empieza a concretar sus sueños, a asentarse en un lugar cómodo, a fijar un destino, se arruina todo y comenzamos a caer al vacío. Uno empieza a caer y caer sin poder agarrarse de nada ni de nadie. Uno va viendo como cae y a su alrededor caen cientos más como él, y se empieza a maldecir por haber empeñado etapas de su vida en algo que al final del tiempo terminaría tirado por algún lugar del quién sabe dónde. Y comienza a imaginarse como hubiese sido su destino si hubiese optado por otra forma de vida, si hubiese hecho las cosas de otra manera. Y lentamente mientras recuerda sus momentos más felices larga pequeñas lágrimas de dolor, pero no cualquier dolor, dolor en sus sentimientos, el dolor mas fuerte de todos los dolores que puedan existir jamás. Y así, mientras recuerda, lamenta y llora, nota que se va desintegrando con el tiempo y ve cómo el final se acerca, y por su cabeza pasan como fotos, momentos de sus diferentes etapas vividas, y de pronto todo oscurece.

Finalmente el cuerpo cae sobre la vereda de la calle central y se reparte en mil gotas que saltan en todas direcciones formando una diminuta mancha de agua.

sábado, noviembre 25, 2006

El Antifaz


Mostrame tu lado menos gentil.

Decime las cosas que no quiero oir.

Contame qué es lo que te fastidia de mi.

Resalta mis defectos menos notorios y menciona los más obvios.

Criticá mis actitudes errantes.

Y al fin te darás cuenta cuánto de vos me mostraste y cuánto entonces conoceré cómo sos realmente.

Cuando hablamos de los demás, indirectamente hablamos mucho de nosotros mismos.

domingo, noviembre 19, 2006

Hoy puede ser un gran día


Amanece, que no es poco, y él está sentado en la cama con las piernas cruzadas y sus ojos cerrados. Talvez esté planeando lo que tiene que hacer hoy, o quizás esté agradeciendo por lo que vivió ayer, o simplemente, agradeciendo por hoy haber podido despertar. Solo él lo sabe.
Abre sus ojos, indicando que un nuevo día comienza, lleno de intrigas y de sorpresas. Dibuja una sonrisa en su rostro, burlándose así de lo que el día de hoy le depara a su vida, y se levanta.
Abre la ducha, entra, cierra la ducha, sale; la actividad más rutinaria de nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos. Una vez reanimado por el agua, se dispone a tomar un reconfortante café.
Se sienta en su sillón favorito, y a medida que levanta la taza hasta apoyarla sobre sus labios, él va previendo las cosas que hoy tiene que afrontar. Algún que otro dilema en el trabajo que acarree hacerse mala sangre, alguna que otra influencia en el stress. Que hoy la demora del tren es mayor que la habitual. Que ese libro que empezó hace una semana, a pesar de mantenerlo atrapado, le resulta interminable, y hasta cierto punto tedioso. Que ya está cansado de comer pizza y empanadas de rotisería, y se plantea seriamente cocinar algo el mismo. Que por más que trate de disimularlo, se siente solo, abandonado; y se encierra en esa soledad como disfrutando de la tristeza y de la música lenta. Porque en cierto punto, todos somos en cierta medida así; cuando nos cortamos, nos gusta tirar un poco de sal en la herida, porque, si podemos tolerar el dolor de la sal, más podemos tolerar el dolor de la simple herida. Un poco de sufrimiento para sentirse realmente vivo.
Y en esos pensamientos va premonizando su día, y cuando la taza esta a punto de vaciarse, piensa en que talvez Serrat tenga razón, y hoy pueda llegar a ser un gran día y que, pase lo que pase, a la noche él va a estar sentado nuevamente en su cama, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, pensando en lo que tuvo que hacer hoy, o talvez agradeciendo por lo que hoy vivió, o, quizás, pidiendo para mañana poder despertar.
Solo él lo sabe.

Dama de ajedrez


Ella está esperando, solamente se limita a esperar. Espera la llegada de su príncipe azul, o la aparición de una rana fiel a quien besar, y así calmar su necesidad y cumplir con sus expectativas de un amor rebuscado.
Ella está observando, simplemente está observando desde afuera los detalles del juego. Fijándose los malos movimientos y las buenas tácticas y estrategias para adornar un sentimiento.
Ella cava día y noche en sus pensamientos, buscando a alguien que sea un espejo, un reflejo de lo que ella es, o al menos, aspira ser.
Ella teje, teje ilusiones con preconceptos e imágenes vendidas para formar un bello modelo del amor.
Ella llora, derrama sus penas sobre sus mejillas que buscan la respuesta a una pregunta retórica. Luego, ella barre, barre la suciedad de su conciencia y se resigna a pensar que siempre un resto va a quedar allí.
Ella vuela, navega por el cielo dibujando con nubes grises su futuro desesperado.
Ella simplemente esta ahí, parada, pensante. Esta tramando su mejor decisión, deliberando seriamente si debe atravesar esa puerta o no.
Y yo... yo estoy detrás de esa puerta, aguardando a que ella cruce, y así, poder clavarle un cuchillo de seda y hacerle entender que ella es una dama de ajedrez.